Me hubiese gustado decirte que tengo ganas de vomitar.
Antoine D´Agata Soy la piedra que se tiró sola, y me arranqué las manos, para no tener que esconder nada más. No llamarte, no escribirte, también formaban parte de la automutilación, quitando lo de haberte querido, claro. Aclaro, resbalo, caigo. Me levanto y explico. Insisto, me insisto. Vacía, llena de huesos, de besos con labios rotos, en bocas llenas de mierda. Intento alzar el vuelo y consigo terminar estampándome contra el espejo que refleja la ventana. Con un ala rota, sonrío. Ningún golpe duele tanto como cuando tú... Es igual. Ningún golpe duele tanto. Vuelvo a recoser la herida que tanto te gusta ver sangrar. Recojo mis cosas, abro la puerta y encierro, con doble llave, toda la mierda que nos consumía. -Esa que te pertenecía más a ti que a mí, y que cargué hasta romperme los huesos, sin darme cuenta de que tu culpa, nunca fue mía. Nunca lo fue.- No te voy a mentir. A veces me marché sólo para saber si vendrías a salvarnos pero la sue
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